Nuestra historia: pasión por el azafrán, herencia de familia
En el corazón de La Mancha, entre tierras doradas por el sol y paisajes que parecen sacados de un cuento, se encuentra Alcalá del Júcar, uno de los pueblos más bellos de España. Sus calles serpentean entre casas encaladas, abrazadas por el imponente cañón del río Júcar, y su castillo vigila desde lo alto como un guardián del tiempo.
Aquí, donde la historia y la naturaleza se entrelazan, nació Azafranes Manchegos. Nuestra familia lleva más de 170 años dedicada a la selección y comercialización del azafrán, convirtiéndonos en la familia más antigua de España en este arte.
Lo que comenzó como una pequeña tradición familiar se ha convertido en un legado que atraviesa generaciones. Desde tiempos en los que las hebras de azafrán eran pesadas con precisión de joyero hasta hoy, en los que seguimos cultivando y seleccionando el mejor azafrán del mundo, con el mismo respeto y pasión de siempre.
Cada hebra de nuestro azafrán lleva consigo el alma de La Mancha, la historia de nuestra familia y el trabajo meticuloso de quienes han dedicado su vida a preservar su esencia. Azafranes Manchegos no es solo una marca, es el reflejo de una tradición que resiste al tiempo, que evoluciona sin perder su raíz.
Hoy, seguimos innovando sin olvidar de dónde venimos. Desde Alcalá del Júcar hasta tu mesa, llevamos el mejor azafrán en todas sus formas: en su versión más pura, en infusiones a través de Herbal Experience que despiertan los sentidos y en productos innovadores que expanden sus posibilidades.
Gracias por ser parte de nuestra historia.
Porque cuando eliges Azafranes Manchegos, eliges tradición, calidad y la magia de una tierra única.
Nuestras Marcas
