Azafrán y salud
Estamos a punto de comenzar la nueva cosecha de azafrán, una especia única no sólo por todo lo que nos puede aportar gastronómicamente sino por todas las propiedades curativas que se le atribuyen y además con recientes estudios de la ciencia moderna que lo demuestran.
Esta exótica especia se ha utilizado durante miles de años como medicina tradicional para tratar más de 90 enfermedades, combate la depresión, mejora la salud visual, se ha utilizado para la tos, resfriados, insomnio, dolencias estomacales, además es ideal para las dietas de deportistas ya que ayuda a combatir la fatiga y evita la inflamación de los músculos.
Ensayos clínicos demuestran que el azafrán puede estimular ciertos tipos de células del cuerpo para que se auto-reparen.
Se hicieron estudios donde los resultados mostraron que el azafrán era tan eficaz como la medicación que se recetaba para la depresión leve a moderada.
El azafrán es seguro y eficaz en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, después de varios ensayos los grupos a los que se les administró azafrán tenían mejor función cognitiva y además se evitan así los efectos secundarios.
Un estudio de investigadores australianos e italianos muestra que el azafrán ayuda a retardar la progresión de la degeneración macular relacionada con la edad y mejora la visión. Además, todos los pacientes reportaron una mejora en la calidad de su visión, experimentaron mejoras en contraste y percepción de color, capacidad de lectura y visión en iluminación baja. Todo ello se tradujo en una mejora sustancial de la calidad de vida de los pacientes. Esto es debido a uno de los componentes del azafrán, el safranal, que ralentiza el proceso de degeneración de las células receptoras de luz, mejora las funciones de la retina y de los vasos sanguíneos de los ojos. Los investigadores describieron los resultados como un descubrimiento importante y altamente significativo.
Investigadores examinaron más de 30 estudios del azafrán y el cáncer y concluyeron que puede tener potencial para prevenir y tratar ciertas formas de cáncer, los flavonoides y betacarotenos ayudan a retrasar el crecimiento de tumores y además reducen el daño renal que causan algunos medicamentos.
El azafrán tomado en infusión diaria reduce la ansiedad, ayuda a controlar el estrés, mejora la memoria, es un buen antiinflamatorio, ayuda contra las enfermedades cardiovasculares, reduce el colesterol y es un potente antioxidante, uno de sus componentes, la crocina, es un antioxidante natural que ayuda a combatir los radicales libres, responsables de causar envejecimiento en las células.
Además de utilizarlo en nuestros platos una buena forma de consumir la dosis ideal de azafrán es en infusión (utilizando entre 15 y 40 mg de azafrán), sólo o combinado con otras especias o hierbas aromáticas, nuestra miel con azafrán, caramelos de miel y azafrán y escamas de sal con azafrán, pueden ser otra forma de completar nuestra dosis diaria, también existen suplementos nutricionales que contienen entre 15 y 45 mg de azafrán , y recomiendan tomar una o dos cápsulas diarias para obtener la mayoría de sus beneficios, nunca superar la dosis de 1,5 g al día.
Dentro de las diferentes categorías que nos encontramos en el mercado, una forma de asegurarnos que estamos consumiendo un azafrán de calidad y con todas sus propiedades es usando un azafrán con garantías como es el azafrán con denominación de origen protegida como nuestro Azafrán de La Mancha KARKOM, azafrán del mismo año de cosecha, con un cuidadoso tostado a fuego lento que mantiene todas las cualidades del azafrán.
¿Todavía no has incluido en tu dieta azafrán?