¿Azafrán o tartrazina en nuestro plato?
Domingo, es el día de arroces y paellas en familia, con amigos, en casa, en restaurantes....
Por aquí os dejo unas fotos de nuestro arroz de verduras, sin filtros ni colorantes artificiales, con el color natural que obtenemos usando un buen azafrán, nuestro azafrán de la mancha Karkom, y que además nos aporta sabor y multitud de propiedades saludables.
¿Creéis que es necesario usar colorantes artificiales?
Tartrazina (E-102) es lo que se utiliza en la mayoría de las cocinas, especialmente para dar color a los arroces, un derivado del petróleo perjudicial para nuestra salud y que afecta especialmente a la hiperactividad en los niños. Además prohibido en otros países.
Y aquí lanzo una pregunta: ¿Queréis que el color de vuestro plato sea natural o artificial?
Yo creo que si todos conociésemos los pros y los contras de consumir un colorante artificial frente a uno natural la diferencia no está en el precio, por muchos que algunos se empeñen en ello.
Sabiendo utilizar bien el azafrán y usando uno de calidad el escandallo no es tan alto y, no sólo eso, además ganamos en salud, sabor y color, hay platos en los que el azafrán debería ser insustituible, tristemente me encuentro comentarios de todo tipo cada vez que pregunto si usan azafrán, y está claro que falta cultura, falta conocer mejor lo nuestro, falta educar a profesionales y a no profesionales.
Buscamos chefs que sólo usen azafrán, ¿los encontraremos?
Necesitamos potenciar el uso de nuestros productos y no perder la tradición, se usan ingredientes imposibles de conseguir en el día a día y se dejan de usar otros que tenemos a mano en nuestra tierra y que tienen mucho que aportar.
A mi me resulta absurdo que un producto natural como el azafrán, apreciado a nivel mundial, con todas las propiedades que tiene y con todo lo que nos puede aportar en la cocina compita con un colorante artificial que es perjudicial para la salud, altamente tóxico, que está en el punto de mira de muchos países y prohibido en otros porque se le asocian varios efectos secundarios.
Sinceramente creo que es por el desconocimiento, porque si sabiendo esto voy a un restaurante y me preguntan qué prefiero en mi plato, lo tengo claro, yo no quiero veneno.